• Para evitar el escándalo

Macri oculta a sus colaboradores

Un ex fiscal procesado por la causa AMIA es el principal organizador de la futura policía porteña


El ex fiscal José Barbaccia se convirtió en los últimos meses en un hombre fundamental en la estructura del ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Guillermo Montenegro. Se trata de uno de los cerebros de la nueva policía porteña, anunciada algún tiempo atrás por Mauricio Macri.

Barbaccia no tiene ni contrato ni designación formal en el organigrama de la cartera en la que trabaja, ya que el ministro del área "prefiere evitar el escándalo" de hacer públicas su presencia y sus responsabilidades, según confiaron a Télam fuentes del propio gobierno local. No obstante, no esconde su íntima amistad con el ministro ni su influencia, y es uno de los pocos miembros del entorno de Montenegro con los que el funcionario "discute política".

De hecho, y por pedido del jefe del ministerio, el ex fiscal ocupa su tiempo en el armado de la nueva policía, tarea en la que lo asiste el propio padre de Montenegro, un almirante ya retirado. Junto a ellos, aunque en el área más operativa de la nueva fuerza, talla Jorge "Fino" Palacios, ex superintendente de Investigaciones de la Policía Federal, desplazado en medio de la investigación por el secuestro y posterior asesinato de Axel Blumberg.

El nombre de Barbaccia está íntimamente relacionado a la investigación por la voladura de la AMIA, en un triángulo compartido con el ex juez Juan José Galeano y el también ex fiscal Eamon Mullen.

El ahora "asesor" de Montenegro renunció a su cargo en septiembre de 2004, pocos meses después de haber sido apartado de la causa, en la que se le señalaron un sinfín de irregularidades, entre las cuales haber participado en 1996 –por acción u omisión- del pago ilegal de 400 mil dólares a Carlos Telleldín para declarar contra policías bonaerenses.

Dos años más tarde, en septiembre de 2006 y por decisión del juez federal Ariel Lijo, Barbaccia y Mullen fueron imputados y embargados por 500 mil pesos cada uno a raíz de la privación ilegítima de la libertad agravada en cuatro oportunidades, por haber avalado la detención de los ex policías bonaerenses Juan José Ribelli, Anastasio Leal, Raúl Bareiro y Raúl Ibarra en base a pruebas obtenidas de manera "irregular".

Frente a ese escenario, su presencia y sus responsabilidades en el ministerio de Seguridad y Justicia porteño –conocidas recién en los últimos días- causaron preocupación en la Legislatura de la Ciudad y también en el seno de la administración macrista. Entre los diputados de la oposición, comenzaba a evaluarse la posibilidad de elevarle a Montenegro un pedido de informes, mientras que los funcionarios más cercanos a Macri, según dijeron, podrían reclamarle al ministro que "se saque de encima" a Barbaccia.

Por eso, el titular de la cartera –alineado con la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti- todavía evita pronunciarse sobre el tema y sólo manda a decir por allegados que "está muy concentrado en la gestión". [Luciano Dolber | Télam]