Remada por el Riachuelo

Participó ANÍBAL IBARRA. Macri, a la hora de remar, como siempre AUSENTE

En una mañana que anunciaba tormenta, ayer la causa de la limpieza del Riachuelo unió inesperadamente a dos rivales políticos: el jefe de Gobierno Mauricio Macri le dio la largada al actual legislador porteño Aníbal Ibarra, uno de los 200 remeros que participaron en la 3° Remada por uno de los símbolos de las imposibilidades argentinas. El encuentro fue organizado por la Fundación X La Boca, la Federación Metropolitana de Remo y la Unión Industrial de Avellaneda.

La largada fue desde el Yacht Club de Puerto Madero. "Son nueve kilómetros. ¡Fuerza, que hay que llegar!", arengó Macri, que en su momento fue acusado por algunos de estar detrás de la destitución de Ibarra como jefe de Gobierno tras la tragedia de Cromañón. Ayer, el funcionario se excusó: "Ahora no estoy en estado, pero voy a ver si me sumo a la próxima remada". Desde su bote, Ibarra hizo un gesto animándolo a hacerlo. Y predicó con el ejemplo: participa en la regata desde la primera, hace tres años. "Macri fue a dar el saludo de largada como jefe de Gobierno y está todo bien -contó después-. Yo me sentía bárbaro abajo, remando".

Tras dejar atrás las aguas más claras de los diques, los remeros se adentraron en las turbias. "Es otra cosa remar por el Riachuelo -comparó Ibarra-. El agua es densa como petróleo y tenés que hacer mucha fuerza para que el bote avance. Además, si pegás una remada más fuerte y te salpica un poco, es un asco. Pero de eso se trata: no es una competencia, sino la búsqueda de un compromiso por la limpieza del río".

Tanto en el puente viejo de La Boca, como en la Vuelta de Rocha y en Barracas, la gente se juntó para saludar a los participantes. Y los Bomberos Voluntarios de La Boca hicieron sonar sus sirenas al paso de los 80 botes que participaron.

A los remeros les llevó cerca de una hora y media llegar al Club de Regatas Avellaneda, donde los esperaban un brindis y choripanes, con la música de la Orquesta de la Prefectura Naval. Ibarra fue uno de los primeros. "Es que cada tanto remo hasta el Paraná con mi hermano", confió después. Y agregó con un guiño: "Prometo que si Macri se anima a remar el año próximo, vamos a empujar para el mismo lado y dejaremos por un rato las disputas políticas". [Clarín]